viernes, 20 de febrero de 2009

La Cafe del Tec



No es por la pulcritud , no es por el jugo, no es por la belleza del lugar y, definitivamente, tampoco es por la comida. Entonces, ¿qué es lo que tiene la cafetería del Tec que motiva a tanta gente a que atraviese sus puertas todos los días, mientras les suena la panza?

A medida que alcanzo encontrarme con el gran plato marrón que dice mi nombre oigo las voces resonantes de los cubiertos chocándose contra los platos, sin son de paz. No dicen mucho, básicamente gritan: ¡HAMBRE! Yo, feliz veo el menú y me deprimo. Nunca he podido descifrar con exactitud qué es o qué contienen los platos que dice en la pizarra. ¿Se supone que uno entienda eso de... guajolote y chilaquiles? Mi miedo incrementa. Conforme me aproximo a la barra de comida, donde se supone debo deslizar mi gran plato marrón, me preguntó: ¿Picará o no picará? ¿Tendrá Pelos esta vez?

No puedo mirar, no debería, solo decidir.... guajolote o chilaquiles...guajolote o chilaquiles. Analizo los platos, veo la expresión de los que están delante de mí en la fila, vuelvo a mirar los platos. ¿Guajolote o chilaquiles?-pregunta nuevamente la mesera, esta vez mucho más impaciente. He de decidir, al azar, y dentro de mi cabeza se escucha (De Tin Marin dE dO pIngüe...). Guajolote-digo, sin mucha confianza. Debo admitir este es mi momento de indecisión del día. Luego, otra mujer detrás del mostrador pretende volver a confundirme. ? Desea elote con su comida?- me pregunta ella con su redecilla en la cabeza, cubriéndole el cabello. Esta vez me adelanté a su impresionante truco - no, gracias, una amigo ya me explicó que es eso de "elote" es como una clave secreta para el maíz. Yo, astuta y feliz, porque cada día aprendo hablar mejor el Código Cafe, tomo mi plato grande marrón y continuo deslizándolo a través de la barra de metal.

Había sido designada, por mi condición de compradora habitual en este lugar, una especie de contraseña que garantizaba de que se trataba de Rossel y no de algún otro impostor que busque conseguir alimentos sin costo ni sacrificio alguno. A01202353 -respondo yo cuando la señorita de la cabeza enjaulada me pregunta mi "matrícula".

July y Martin, mis compañeros del Código Cafe, conocen mejor que yo este sistema y ya tienen tiempo jugando a ser simples comilones de una simple cafetería. Vichi, que por igual es un agente secreto y conocedor de la organización "Terraza Borrego" ha decido retirarse pues se ha cansado bastante del sistema y no pudo con la presión que conllevaba ser otro comilón más.

Al parecer, todos los que poseen "matrícula" propia han, por lo menos una vez en su vida, tratado de ingresar a este complejo sistema de reglas, códigos y secretos. Sin embargo, muy pocos son los que han podido aguantar tanta presión. Presión que se ve reflejada desde que se atraviesa la puerta de cristal, cuando se trata de elegir un plato rápidamente mientras 6 agentes más te matan con la mirada, la amanaza que se origina cuando se equilibra este gran plato marrón con el riesgo de que no le produzca; ante algún desbalance;un giro de 180˚, la presión debida a los grados de libertad que una simple máquina de jugos, al los que le denominan "aguas" (que irónicamente es un término equivalente a peligro) pone en ti cuando has de elegir en un agua, o bien, sus múltiples combinaciones.

Los encuentros casuales entre compañeros, la maravillosa Sopa de Letras que ofrecen de vez en cuando, el eco que tiene mi risa en esta cápsula de cristal, o los pajarillos vigilantes que aguardan que alguien, torpemente, deje caer algo de comer, las reuniones informales que se forman de la nada, los mismos chistes de los que nos reímos una y otra vez, la derramada de algún fluido o las anteriormente mencionados platos marrones, los planes que se arman, la Risa de July, la tragada de comida que se hace cuando se anda rápido, los dilemas éticos que analizamos de vez en cuando, la sutil sonrisa que esboza la del tubi en la cabeza y repite una y otra vez -Buen Provecho, y hasta los cuentos de las 1,000 maneras de cómo casi muere Martin entre muchas razones más son mi motivación para comer en esta organización que se hace llamar "Terraza Borrego".


No importa lo mal que te haya ido en algún examen, de la Cafe siempre sales con una sonrisa, y con un estómago lleno de gusanitos verdes =) Rico, ¿no?

Really?

"Winning OnlyTakes Place when we are not afraid to change"